¿Te desplazas de habitación en habitación con la placidez habitual si no tienes NADA puesto? ¿Qué sensación te produce la desnudez mientras charlas con tu pareja, también desnudo? ¿Está asociada tu desnudez con el sexo, o simplemente te complace andar desnuda?
No es extraño que a muchas mujeres les produzca incomodidad su propia desnudez. Mujeres hermosas, o no tanto, que pierden el confort con las prendas de ropa. Mujeres que se visten con lencería hermosa para estar seguras de sí mismas frente a un varón.
Sí, la desnudez no tiene dobleces. Muestra todo como es. Los pechos caen hasta su punto de maduración, la pancita se redondea, los glúteos no se sostienen más que por sí mismos.
Sin embargo, hay una belleza natural y salvaje en una mujer desnuda y segura de sí misma. Es hipnótico mirar cómo va y viene, charla, ríe, se mueve y se abraza las rodillas en un gesto infantil. Una mujer desnuda, como decía Benedetti, es un regalo para el alma.
Yo me siento cómoda con mi desnudez. Muy lejos de ser perfecta, en mis primeros cuarenta, no tengo pudor. Estoy bien, muy bien en mi piel. Podría ser más linda, pero no más libre.
Abrázate, mírate, gústate. Nosotras somos mucho más crueles y estrictas con nuestra estética que los hombres con la suya, y la nuestra. Ellos aman también nuestras arrugas y el paso del tiempo en el cuerpo., que significan vida y experiencia.
A él le fascinas tú. Como eres. Completa.
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