martes, 10 de septiembre de 2013

El asombroso aspecto de tu retrato



Me desperté esta mañana en una Buenos Aires soleada y con temperaturas muy altas. Aunque es invierno, ya pienso en que dentro de unas semanas estaré probándome mi bikini de nuevo. Y mirándome en el espejo.
Hace varias semanas, casi dos meses ya, cambié mi rutina diaria para conseguir un beneficio en mi salud y en mi estética. tengo 44 años y no está del todo mal lo que veo, pero va a estar mal si no me muevo de la silla en la que escribo y sueño. Mal que me pese, mi profesión y pasión no son lo más saludable para mi cuerpo.
 Entonces, además de tomar algún aporte vitamínico (ya hablaremos de eso má adelante), hago todos los días 10 kms en mi escaladora ergonómica, me lleva 30 minutos y termino hecha una sopa, pero feliz. Después vienen los 100 abdominales y la ducha.
A eso sumo una nutrición vegetariana, litros de agua (y tónica, esa es mi adicción) y té verde con menta. Un cafpe por la mañana, eso sí. No fumo y crío dos hijos, además de todo lo que hago en los medios.
Aún así lo que otros ven cuando me ven, no es lo que yo veo.
Mi hermano me despertó hoy con dos vídeos que creo merece la pena que veas.
Después me cuentas, pero, a mí, me dieron en la diana.

Mira:


jueves, 11 de julio de 2013

Diario de un viaje ¿a casa?


El domingo me voy de viaje. Vuelvo a España después de 13 años. Llevo a mis hijos de 10 y 6 años conmigo. Ellos son medio españoles, pero nunca han escuchado el canto de los vencejos en julio. Comen regaliz transoceánico y hablan con las z y las s marcadas cuando van al colegio por la mañana... pero vuelven con el "che pibe" por las tardes. Vivimos entre dos aguas culturales, o más, porque la cultura de USA está también presente en nuestro día a día. Somos un trío que se embarca en un viaje no solo de distancias enormes, sino de tiempos inconmensurables. Ellos van a conocer su origen, el latido de su sangre, las voces de reconocerse en otros. Nunca han visto un rostro familiarmente parecido (no tenemos familia consanguínea en Argentina, excepto su papá, claro).
Viajamos al pasado, a todo lo que hasta hoy nunca pude mostrarles. Mis sabores, mis aromas, mis colores. Van a entender más por qué mamá es como es... y van a descubrir lo que es ser extranjero en casa.
Yo... vuelvo con dos hijos y unas cuantas vidas en la mochila. Vuelvo a ser hija durante unas semanas. Vuelvo con la llave enmohecida a abrir los cajones que cerré, a encontrar, reencontrar y sellar para siempre.
Nos vamos de viaje a otra dimensión.
Nos vamos de viaje a una aventura emocionalmente inmensa.
Nos vamos de viaje "al otro lado del mundo, donde el agua escurre al revés y las personas duermen de día (Franco, 6 años)"
Y lo voy a contar en MUJER LATINA ONLINE
Solo para que lo sepas y vengas conmigo, si te apetece. A partir de la semana que viene.