Las mujeres parecen inocentes pero poseen picardía de generaciones. Pueden guardarse las cartas bajo la manga, sorprender al afortunado dejando salir, poco a poco, el conocimiento y sabiduría adquiridos y aprendidos... ¿qué saben ellas?
El código de seducción más general dice que el varón toma el rol más activo en el cortejo, y que, como macho de la especie, lleva la voz cantante en la cama... por lo menos al principio.
Las mujeres han adquirido este hábito, pero ya no llegan a la cama en blanco, ni mucho menos. Los conocimientos sexuales, las prácticas aprendidas, los trucos enseñados unas a otras, son una enciclopedia del arte amatorio que se transmiten y utilizan en la seducción.
Ellas poseen armas de conocimiento ancestral y silenciado, aparentemente dóciles o salvajes en la cama, justo como el varón deseaba, las féminas conocen desde antes todo aquello en que el flamante y orgulloso compañero cree iniciarlas.
El código de seducción más general dice que el varón toma el rol más activo en el cortejo, y que, como macho de la especie, lleva la voz cantante en la cama... por lo menos al principio.
Las mujeres han adquirido este hábito, pero ya no llegan a la cama en blanco, ni mucho menos. Los conocimientos sexuales, las prácticas aprendidas, los trucos enseñados unas a otras, son una enciclopedia del arte amatorio que se transmiten y utilizan en la seducción.
Ellas poseen armas de conocimiento ancestral y silenciado, aparentemente dóciles o salvajes en la cama, justo como el varón deseaba, las féminas conocen desde antes todo aquello en que el flamante y orgulloso compañero cree iniciarlas.