Noche de Reyes Magos. Siempre fue una noche de ansiedad, imposible concebir el sueño con la emoción anticipada de los regalos. Frío en las calles y una camita acogedora de niña.
Esta Noche de Reyes estoy a 11.000 kms de casa, hace mucho calor y casi no recordaría la magia de los Reyes si no fuera porque tengo dos hijos pequeños. Ellos prefieren a Papá Noel, claro está, mucho más afín a estas latitudes. Debiera estar poniendo con ellos los zapatitos con pasto y agua, estar viendo sus caritas arreboladas mañana por la mañana. Pero no están.
Esta Noche de Reyes estoy a 11.000 kms de casa, hace mucho calor y casi no recordaría la magia de los Reyes si no fuera porque tengo dos hijos pequeños. Ellos prefieren a Papá Noel, claro está, mucho más afín a estas latitudes. Debiera estar poniendo con ellos los zapatitos con pasto y agua, estar viendo sus caritas arreboladas mañana por la mañana. Pero no están.