Pues sí, llegó el cartero con mi nuevo libro de Emilio
Ferrero: "El Cuco y otros cuentos para leerle al monstruo que vive debajo
de tu cama" y salí encantada a buscarlo. Claro que la dicha me duró lo que
tardé en abrir el sobre que lo contenía, porque las pirañas literarias
pequeñajas con dos piernas que tengo en casa me lo sacaron de las manos. Apenas
pude ver la portada y empezar a leer, de pie, en el salón, mientras cerraba la
puerta, las primeras líneas.
- ¡El libro nuevo de Emilioooooooo!, gritó mi piraña más
pequeña, de ocho años, Franco.
- ¡¡Síiii!! Luego te lo presto, déjame leerlo primero.
- ¡¡No, YO!!
Y así desapareció de mi vista durante unos cuantos días. A
veces lo veía en la mesa de la cocina, en el baño, sobre las camas, entre miles
de fichas de LEGO. Y entonces, una noche, cuando dije: ¡Buenas noches allá
arriba, chicos!, me respondió una carcajada.
Obviamente subí a ver de qué se trataba. ¿Un desafío
preadolescente? Pues no. Lo que vi fueron dos cabezas llenas de pelos revueltos
arremolinadas sobre un libro, ¡mi libro de Emilio Ferrero!
- ¡Bueno, ya me toca a mí leerlo!, dije, y aproveché a
sacárselo de las manos.
- ¡Está BUENÍSIMO! ¡Te c.... de risa!, me llegó desde la
habitación de las pirañas. ¡Dile que escriba OTROOOO!
Leer a Ferrero es entrar en el universo de lo absurdamente
posible, revolver en el guiso imaginario de los niños, sabe ácido y dulce a la
vez, tiene un aroma a infancia eterna pero con picaresca. Fresco, súper
divertido.
Me encantó la estructura muy corta de sus cuentos. Los niños
se bebían uno detrás de otro como si fueran golosinas, con gula, casi con
lujuria. Y, por supuesto, acabaron siendo amigos de ese Cuco irreverente y
sardónico que les gustó tanto.
Un libro para regalar, pero de verdad, sabiendo que uno
entrega un trocito de inteligencia, de fino estilo, de ironía saludable. Es que
cuando se acaban los cuentos, se siente la necesidad de que haya MÁS. Por eso
el título del último cuento es TAN oportuno.
En serio. Si quieres un libro perfecto para niños, busca
"El Cuco", no te vas a arrepentir. La calidad de siempre, pero
superándose todavía más... o será mi espíritu de niña que lo disfruta tanto.